¿Qué es una estufa de laboratorio?

 

Publicado: 21.SEP.2023

 

Una de las herramientas esenciales que no pueden faltar en un laboratorio químico son las estufas de laboratorio. También tienen cabida en algunos centros de enseñanza superiores debido a las funcionalidades que presenta. Para algunos puede resultar un elemento un tanto desconocido, por eso te aclararemos qué son y para qué sirven.

Se puede considerar como el nombre genérico que se le dan a todos aquellos aparatos de laboratorio que desempeñan unas labores parecidas, como pueden ser hornos y secadores. Son especialmente útiles por su capacidad para alcanzar temperaturas muy altas, que llegan a alcanzar los 350 grados.

Están construidas en acero inoxidable y se componen de una puerta térmica y estantes internos perforados que permitirán la adecuada circulación del aire. Por su parte, las paredes de dentro se encuentran totalmente aisladas. En el ámbito de la ciencia se le saca un gran rendimiento a las estufas de laboratorio. Sobre todo porque se pueden llevar a cabo multitud de pruebas y procesos con todo tipo de sustancias y materiales.

 

Qué utilidad se le da a las estufas de laboratorio

Una de las particularidades de la estufa de laboratorio es que el elemento calefactor no se halla en la misma cámara interna del horno, sino que se localiza en una carcasa independiente exterior. Así se consigue que el calor no dañe a los materiales o elementos que se introducen en ella.

Se le puede dar muchos usos. Uno de los principales es para el secado de los recipientes de vidrio del laboratorio, que sirve como paso previo antes de empezar con los experimentos. También desempeñan una función esencial en el proceso de esterilización de los instrumentos, que se conservan a una temperatura constante de unos 160 grados. Se le denomina también calor en seco y con esta acción se consigue acabar con cualquier resto de actividad biológica.

Su papel va mucho más allá de esto, y llega a tener un cierto protagonismo en el trabajo de los profesionales del laboratorio. Las altas temperaturas que llega a registrar le convierten en una herramienta importante para la evaporación de líquidos dispersos en materiales sólidos. De esta forma se podrán separar ambos.

Se puede aprovechar, además, para la cocción y recocido. El primero hace referencia a la manera de calentar un sustrato sin deshumidificarlo, mientras que el recocido se trata del proceso de calentar y enfriar ciertos materiales con el propósito de rebajar su dureza e incrementar su ductilidad. Entre ellos se encuentran el vidrio y el acero.

Por último, también hay que hacer mención a la capacidad de estos equipos para combinar el secado y la cocción con la intención de potenciar los enlaces químicos de los elementos.

 

Características de las estufas de laboratorio

Las estufas de laboratorio presentan una serie de características que las hacen diferentes a otro tipo de aparatos. Antes de decantarse por una opción concreta, sí que sería conveniente conocer un poco mejor su funcionamiento y las prestaciones que ofrece.

Entre otras cosas, las encontrarás en el mercado de distintos tamaños para llevar a cabo diferentes procesos industriales. Destacan por su gran durabilidad y esto es posible gracias a su composición, donde predomina el acero inoxidable. Se compone de una cámara interna con bandejas, sobre las cuales se colorarán los elementos, sustancias o instrumentos con los que trabajaremos.

Con el tiempo se han ido modernizando y ofreciendo un servicio más completo. Están disponibles con pantalla LCD para monitorizar con más facilidad el proceso de secado y esterilización. Por medio de los botones y diales se puede configurar la tarea que se pretende realizar.

 

 

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