Lo que debes saber sobre la retirada del amianto de tu edificio

 

Lo que debes saber sobre la retirada del amianto de tu edificio

Actualizado: 30.ABR.2024


 

Todavía existen en España muchos edificios, sobre todo los construidos desde los años 60 hasta bien entrado los 90 del siglo pasado, que contienen elementos constructivos fabricados con fibrocemento, pero el de "aquella época", que contenían fibras de amianto en su composición, como son los típicos tejados de color gris y ondulados, canaletas o bajantes. Y es ahí, en su contenido en amianto, también llamado asbesto, donde reside el problema de todos estos elementos constructivos.

Porque el fibrocemento actual, que ha variado su composición y ahora no contiene amianto, sigue siendo un material de construcción muy empleado, especialmente en revestimientos, paredes, cielorrasos, entre otros, porque permite revestir paredes de manera ligera, incombustible y resistente a la lluvia.

Recordar que el fibrocemento, como material de construcción, está compuesto por un aglomerante  -que puede ser un material inorgánico hidráulico como el cemento o un silicato de calcio-  que está reforzado con fibras orgánicas, minerales y/o fibras inorgánicas sintéticas. Pero el fibrocemento "antiguo", el que se empleó en España entre los años 60 y 90, es el que utilizaba fibras de amianto en su composición, y éste es el peligroso.

Y es que el amianto es un elemento muy dañino para la salud humana cuando estas fibras se inhalan y entran en el interior de nuestro organismo. Pero hay que recalcar, y esto es muy importante para no crear confusión, que el fibrocemento que se comercializa hoy en día no contiene amianto y es totalmente inocuo para la salud, dado que se emplean para su fabricación elementos como la fibra de vidrio, o también fibras de celulosa o vinílicas que son totalmente seguras para la salud de las personas, en vez de las dañinas y perjudiciales fibras de amianto que se utilizaban antes.

 

¿Qué edificios están afectados por el amianto?

En España, durante prácticamente toda la segunda mitad del siglo XX, el fibrocemento con amianto era uno de los materiales de construcción más empleados debido a su bajo coste de fabricación y por la abundancia en la naturaleza de los elementos que se empleaban para su composición.

Se calcula que todavía en España quedan más de 2,5 millones de toneladas de productos que contienen fibras de amianto y que forman parte como elemento constructivo de muchos edificios, según datos del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE).

Un material, el amianto, cuyo uso se prohibió en España en 2002, tras demostrarse que es un cancerígeno de primer nivel. Sin embargo, todavía está presente en muchos edificios de uso diario (como en algunos colegios, hospitales, naves industriales, o incluso, en muchas viviendas particulares) que fueron construidos anterior a esa fecha y no han sido objeto de ninguna obra de rehabilitación.

No obstante, en España la futura ley de residuos y suelos contaminados que prepara el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, obligará a los Ayuntamientos a retirar el amianto de mayor riesgo antes del año 2028, y elaborar un censo que cuantifique todas las instalaciones o emplazamientos de carácter público con mayor riesgo por amianto, así como programar su inmediata retirada, siendo 2032 el año límite para la eliminación total de este material nocivo.

Pero, ¿y el resto de propiedades privadas con riesgo de contener amianto? En este caso, debemos hacer un esfuerzo entre todos por eliminar cualquier resto de amianto que esté presente en nuestra vivienda, local o negocio particular. Para ello, es recomendable, si somos desconocedores del tema, contar con el asesoramiento de empresas especializadas en la retirada de amianto que nos ayude a identificar la posible presencia de amianto en elementos constructivos de nuestros edificios particulares.

 

 

¿Por qué es necesaria la retirada del amianto?

Es importante resaltar que una construcción con una techumbre hecha de placas de fibrocemento que contenga amianto no es peligroso por sí misma. El problema viene cuando cumplen su vida útil, que son unos 50 años, entonces estas estructuras empiezan a erosionarse y deteriorarse, aparecen grietas, generan polvo, etc.

La rotura de piezas de fibrocemento libera ciertas partículas microscópicas que contienen fibras de amianto y que, en el aire, pueden colarse por nuestras vías respiratorias hasta los pulmones. Por eso, las personas que manipulen piezas de fibrocemento con amianto o estén expuestas a construcciones con elementos de fibrocemento que estén degradados, deteriorados y que emiten polvo en suspensión, están ante un peligro extremo de salud.

Por ello, es importante recordar que cuando la vida útil de un material que contiene amianto ha finalizado, incrementa enormemente su peligrosidad y riesgo para la salud de las personas cercanas o en contacto con dicho elemento.

En efecto, este material, una vez comienza a degradarse, desprende al ambiente fibras microscópicas que se mantienen en suspensión en el aire, y que al inhalarse pueden alojarse en los pulmones originando enfermedades de gravedad extrema.

Entre las patologías causadas por el amianto se encuentra el cáncer, y dentro de estos el mesotelioma pleural, que es un tipo muy específico provocado por el contacto con el amianto. Es un cáncer muy agresivo, con poco tratamiento, únicamente paliativo. Y la incidencia no para de subir, pues cada año hay más casos de mesotelioma desde que hay registros (años 80). Se calcula también que el amianto es el responsable de entre un 15 y un 20 por ciento de todos los casos de cáncer de pulmón. También produce cánceres de laringe, alguno de esófago y de ovario.

Por todo ello, conviene recordar que, ante la evidencia científica de que el amianto es un material muy peligroso para la salud y muy contaminante, se hace necesario su retirada y su correcta eliminación en un vertedero autorizado.

 

¿Quién puede llevar a cabo la retirada de amianto de mi edificio?

Es importante tener claro que la retirada de amianto sólo podrá ser realizada por Empresas Autorizadas para la Retirada y Gestión de Residuos Peligrosos con las que debemos contactar para realizar este tipo de trabajo.

Además, la empresa a la que encarguemos los trabajos también deberá estar inscrita en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo por Amianto), debido al serio riesgo que conlleva la manipulación de piezas con amianto para la salud.

Debemos concienciarnos de la obligatoriedad de retirar aquellos elementos constructivos que contengan amianto cuando hayan llegado al final de su vida útil o se encuentren dañados o deteriorados.

Para retirar el amianto, se hace necesario instalar medidas de seguridad colectiva entre los trabajadores y pulverizar con cierto líquido que actúe para encapsular el recinto, y evitar la dispersión de fibras con amianto por el aire mientras duran los trabajos de desmontaje.

Los materiales con amianto deberán ser acopiados en sacas específicas y transportados por un camión autorizado hasta una planta de tratamiento de este tipo de residuos.

Si necesitas de mayor información de la normativa española que regula los trabajos de retirada del amianto, puedes consultar el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto.

 

¿Existen ayudas del Gobierno para la retirada del amianto?

Si el edificio donde vives aún conserva elementos constructivos que contienen fibras de amianto, debes saber que a nivel estatal el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, competente en materia de Vivienda, indica que tanto el Plan Estatal de Vivienda (Real Decreto 106/2018, de 9 de marzo) como el Plan de rehabilitación y regeneración urbana incluyen como actuaciones subvencionables, entre otras, los trabajos y actuaciones para la retirada del amianto como proceso de conservación y subsanación de deficiencias en edificios. Las primeras ayudas cubren el 40% del coste de la obra. Las segundas, enmarcadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, contemplan ayudas de 1.000 euros por vivienda o 12.000 euros por edificio para la retirada de amianto.

 

 

 

 

Archivado en: / Construcción y Reformas / Rehabilitación

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