Publicado: 15.NOV.2025
¿Alguna vez te has parado a pensar cómo afecta nuestra forma de conducir en nuestro entorno? Somos cientos de millones de conductores que circulamos por nuestras ciudades y carreteras, y no sé si sabes que las emisiones de todos esos vehículos en el mundo equivalen aproximadamente al 15% de las emisiones globales de CO2 en el planeta.
Son cifras mareantes, pero supone una excelente oportunidad para poder aliviar ese efecto tan nocivo en el medioambiente, y está en nuestras manos. Por ejemplo, adoptar hábitos de conducción más responsables, no sólo ayudará a disminuir las emisiones de gases contaminantes, sino que nos reportará un ahorro importante en el gasto de combustible.
Hasta que no alcancemos un modelo de movilidad más sostenible, bien sea mediante el uso mayoritario de vehículos eléctricos de baterías o de pilas de combustible, y sigamos usando vehículos con motores de combustión, podemos optar por un modelo de conducción más responsable que nos puede servir de mucho para aminorar nuestra huella de carbono en el planeta.
A continuación, te propongo una serie de consejos fáciles de seguir que te ayudarán a convertirte en un verdadero conductor eficiente:
1. Arranca el motor sin pisar el acelerador, aunque se trate de un motor diesel, bastará con esperar unos segundos para que el motor alcance su régimen en ralentí. Una mala costumbre es iniciar la marcha inmediatamente después de arrancar el motor. Espera unos segundos (20-30 segundos serán suficientes) una vez puesto en marcha el motor. Esto dará tiempo a que el aceite lubricante llegue a todos los recovecos del motor. Con este sencillo acto, protegerás el motor de tu vehículo y alargarás mucho su vida útil.
2. Si conduces un auto de cambio manual, usa la primera velocidad sólo para iniciar la marcha y cambia rápidamente a la segunda marcha.
3. Durante los primeros 5-10 minutos de conducción, y hasta que el motor no alcance cierta temperatura, evita ponerlo a altas revoluciones, manteniéndolo por debajo de las 2.000 r.p.m. (20 x 100 r.p.m.), para dar tiempo a su correcta lubricación en frío.
4. En carretera, como regla general, intenta circular siempre con marchas largas y en un rango moderado de revoluciones, entre 1.800-2.500 r.p.m. En todo caso, para realizar los cambios de marcha se recomienda para los motores de gasolina hacerlos cuando se alcance el rango de las 2.000-2.200 revoluciones por minuto. Si el motor del vehículo es de gasoil se recomienda realizar el cambio de marcha en torno a las 1.500-1.800 revoluciones.
5. Mirar lo más lejos posible para anticipar las frenadas. La anticipación en la conducción mejora también la seguridad vial.
6. Cuando preveas que tengas que realizar una frenada inminente, levanta el pie del acelerador con tiempo y ve reduciendo progresivamente a marchas más cortas, con el motor siempre engranado, de manera que solo tengas que usar el pedal del freno ya al final, previo a la detención, cuando la velocidad de tu vehículo ya es muy reducida.
7. No bajar las pendientes NUNCA en punto muerto. Si lo haces, las ruedas girarán "locas" perdiendo agarre en la carretera y perderás también el control de tu vehículo, además de obligarte a abusar de los frenos que pueden llegar a recalentarse en exceso y dejar de funcionar.
8. Vigila la presión de los neumáticos cada 2-3 meses, y utiliza neumáticos de mayor eficiencia energética, que aminoran la resistencia a la rodadura y reducen el consumo de combustible.
9. Usa combustibles de buena calidad y altas prestaciones que, aunque un poco más caros, reduce el consumo y las emisiones en tu vehículo, ayudando a mantener en buenas condiciones el motor y alargar su vida útil.
10. Llevar a cabo escrupulosamente todas las revisiones periódicas a que debe ser sometido tu vehículo, según el modelo que se trate. Un vehículo en buen estado siempre será más respetuoso con el medioambiente, porque emitirá menos emisiones y resultará más eficiente en el consumo de combustible.
Créeme si te digo que una conducción eficiente ofrece una gran variedad de ventajas, no solo para tu bolsillo, sino también para el medioambiente y la seguridad vial.
● Ahorro económico. Está demostrado que seguir hábitos de una conducción eficiente te permitirá ahorrar entre un 10% y un 25% el consumo de combustible. Además, una conducción suave y anticipada (sin acelerones ni frenazos bruscos) disminuye el desgaste de componentes clave como frenos y neumáticos, lo que te permitirá ahorrar en costes de mantenimiento y prolongará la vida útil de tu vehículo.
● Beneficios ambientales. Al consumir menos combustible, tu vehículo emitirá menos gases contaminantes. Además, una conducción más tranquila, con menos revoluciones y aceleraciones, disminuirá la contaminación acústica generada por los vehículos en las ciudades.
● Mayor seguridad y confort. La conducción eficiente fomenta la anticipación de las situaciones de tráfico y el mantenimiento de una distancia de seguridad adecuada, lo que te permitirá un mayor tiempo de reacción ante cualquier imprevisto. Un estilo de conducción suave y previsor reduce el estrés y la fatiga del conductor, haciendo los viajes más cómodos y agradables para todos.
Ahora ya sabes un poco más sobre la conducción eficiente y cómo con pequeños gestos cotidianos, podemos hacer un poco más saludable y sostenible el mundo en que vivimos.
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