— Tutorial nº 314 —

Adaptación de Vehículos al Uso de Autogás

Índice de contenidos:

1- Introducción

1.1- Generalidades

1.2- Tipos de gases combustibles para vehículos

1.3- Propiedades de los gases combustibles usados en vehículos

2- Estudio del Autogás GLP

2.1- ¿Qué es el GLP?

2.2- Ventajas del uso del GLP en automoción

2.3- Prestaciones del autogás como combustible de vehículos

2.4- Principio de funcionamiento de vehículos con autogás

3- Procedimiento para la adaptación de vehículos al uso de autogás

3.1- Generalidades

3.2- Componentes principales de la instalación

3.3- Amortización de la inversión para la adaptación a GLP

Anexos y Tablas:

Anexo 1-  Reglamentos aplicables a vehículos adaptados

Anexo 2-  Ficha de datos de propiedades del Gas Licuado del Petróleo (GLP)


DESARROLLO DEL CONTENIDO


1- Introducción

1.1- Generalidades

Como consecuencia de una legislación a nivel internacional, que cada vez es más restrictiva en lo que respecta al control de las emisiones contaminantes de los vehículos y de una mayor conciencia ciudadana sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente, la industria del automóvil se encuentra inmersa en un continuo proceso de búsqueda de nuevas soluciones, donde la variable medioambiental de los diseños cobra un valor más importante día a día.

Combustibles alternativos para vehículos

Resulta ya sobradamente comprobado, que el uso de los combustibles tradicionales (diesel y gasolina) en la automoción, constituye una de las principales fuentes de contaminación para el medio ambiente. Ello es debido a las emisiones resultantes del proceso de combustión de los motores, que dan lugar a un notable aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera, gas responsable del efecto invernadero, además de contribuir también al aumento de las emisiones de NOx a la atmósfera, responsable de la lluvia ácida.

Como consecuencia inmediata, la industria del automóvil está siendo sometida a un marco legislativo cada vez más restrictivo, con el objetivo de regular y controlar las emisiones contaminantes a la atmósfera. Por ejemplo, en la Unión Europea las sucesivas actualizaciones de las normas EURO fijan el marco legal de emisiones que deben cumplir escrupulosamente cualquier fabricante de automóviles que desee comercializar sus vehículos en Europa.

En el siguiente enlace se puede acceder a las normas EURO actualmente en vigor que regulan las emisiones de los vehículos, así como su eficiencia energética:

››  Normas EURO sobre emisiones de vehículos y eficiencia energética

Toda esta ofensiva legal está obligando a los fabricantes de vehículos a buscar nuevos diseños que mejore la eficiencia de funcionamiento de los motores, de manera que se logre limitar la emisión de contaminantes, o bien, la inclusión de nuevos componentes en el diseño de los vehículos que permitan la limpieza activa de las emisiones ya producidas durante la combustión.

Otra posible respuesta a esta necesidad de reducir las emisiones contaminantes, es usar otros combustibles alternativos que sean menos contaminantes que los combustibles tradicionales. En este sentido, existen reformas que se pueden realizar sobre los vehículos ya fabricados que busquen adaptarlos al uso de estos otros combustibles alternativos menos contaminantes.

 

1.2- Tipos de gases combustibles para vehículos

En la actualidad, son dos los tipos de gases combustibles que se emplean principalmente en la automoción: Gas Natural Comprimido (GNC) y Gas Licuado del Petróleo (GLP).

Es IMPORTANTE saber que ambos gases NO son lo mismo, y por tanto, el tipo de reforma a llevar a cabo en los vehículos será distinta según el tipo de gas que se vaya a emplear como combustible.

Las características principales de ambos tipos de gases son las siguientes:

• GNC (Gas Natural Comprimido): el gas natural comprimido está compuesto fundamentalmente por gas metano (CH4), como el que se emplea frecuentemente para uso doméstico en nuestras casas para cocinar o calentar el agua.

El almacenamiento de este gas es necesario hacerlo en depósitos a altas presiones, generalmente entre 200 y 250 bares.

Al ser un gas compuesto fundamentalmente por metano, presenta en su composición un alto porcentaje de átomos de hidrógeno por cada átomo de carbono (en la proporción 4H → 1C). Al contener una menor proporción de átomos de C, durante el proceso de combustión del gas se va a generar menos dióxido de carbono (CO2) por unidad de energía entregada, por lo que va a resultar menos contaminante en comparación con otros hidrocarburos más pesados (que contienen más átomos de carbono en su composición y por tanto, van a generar más CO2 en la combustión).

• GLP (Gas Licuado del Petróleo): el gas licuado del petróleo (también llamado autogás) es una mezcla de butano y propano que proviene del petróleo y que, aunque en condiciones normales de presión y temperatura es gaseoso, es licuable a presiones moderadamente un poco más altas.

En lo que sigue en este tutorial, se empleará indistintamente los términos autogás o GLP.

En cuanto a la diferencia de uso principal entre ambos tipos de gases, GLP y GNC, es la presión de almacenamiento.

Así, el GNC se suministra en estado gaseoso en los surtidores, pero es necesario que sea almacenado en depósitos a muy altas presiones, con objeto de poder conseguir cierta autonomía en el funcionamiento del motor con este gas, de manera que sea rentable.

Por otro lado, el GLP, debido a sus propiedades químicas, permite que pueda ser suministrado en los surtidores en estado líquido a unas presiones que no serán muy elevadas, en comparación con el GNC. Este hecho es muy importante, dado que el GLP (autogás) podrá ser almacenado en estado líquido a unas presiones moderadas, pero inferiores a las presiones de almacenamiento del GNC.

En la actualidad, el precio de coste de ambos gases resulta más barato que los precios de la gasolina o el diesel, por lo que a las ventajas medioambientales de ser combustibles menos contaminantes, se les une el hecho de ser combustibles también más económicos.

No obstante, los consumos específicos con gas suelen ser mayores. Así, un motor que haya sido adaptado para funcionar con gasolina y GLP indistintamente, suele gastar más volumen de combustible cuando funciona sólo con GLP que cuando emplea sólo gasolina (en torno a un 20% más). No obstante, al ser el GLP un combustible mucho más barato que la gasolina, todavía se compensa sobradamente este mayor consumo de combustible.

 

1.3- Propiedades de los gases combustibles usados en vehículos

Las propiedades químicas de los distintos gases usados como combustibles, en concreto su poder calorífico y su peso molar, van a condicionar las características de su uso como combustible para los vehículos.

En la siguiente tabla se muestran los valores del poder calorífico por unidad de masa y el peso molar del Gas Natural y del Gas Licuado del Petróleo (autogás) en comparación a los valores que se alcanzan en la gasolina:

Combustible

Poder Calorífico Inferior

Peso molar

Gasolina

10.510 kcal/kg

114,2 g/mol

GLP (autogás)

10.990 kcal/kg

49,7 g/mol

Gas Natural

11.259 kcal/kg

18,2 g/mol


 

Una primera observación que se puede obtener de la tabla anterior es el bajo valor del peso molar que presenta el Gas Natural. Este hecho va a condicionar la necesidad de tener que comprimir a muy altas presiones al Gas Natural para conseguir niveles similares de autonomía que el autogás.

En efecto, de la tabla anterior se observa que, aunque el Gas Natural ofrece un alto poder calorífico por unidad de masa, al tratarse de un gas muy volátil y con un peso molar bajo (mucho más bajo que la gasolina o el GLP, que son hidrocarburos más pesados), hace necesario tener que comprimir muchísimo el Gas Natural para conseguir la misma cantidad de masa que la gasolina o el GLP, y así conseguir la misma energía y poder obtener la misma autonomía que el GLP.

Este hecho va a condicionar muchísimo las condiciones de uso y suministro que marca una de las diferencias más importante entre ambos tipos de gases, como es la presión de almacenamiento.

Así, un tanque que almacene Gas Natural Comprimido (GNC) en estado gaseoso a bajas presiones, tendrá poca masa de combustible debido a su bajo peso molar, y por tanto, poca energía almacenada que hará que el vehículo disponga de poca autonomía. Para subsanar este inconveniente, será necesario comprimir el gas a grandes presiones (en torno a los 200 ó 250 bar), con el objeto de conseguir una mayor cantidad de masa de gas natural almacenada, y así mejorar la autonomía del vehículo.

Por su parte, el Gas Licuado del Petróleo (GLP), debido a sus propiedades químicas, puede almacenarse en estado líquido a presiones más bajas, generalmente en torno a los 7 bar, lo que aumenta la masa acumulada de gas. Como la presión de almacenamiento es baja, los tanques de GLP para vehículos pueden fabricarse de un acero más delgado y manejable, lo que resultan tanques más ligeros y baratos, haciendo más económica la instalación para el uso de GLP.

Por último, en caso que se origine un escape de gas, el Gas Natural es un gas más liviano que el aire, y por tanto, en caso de fuga tenderá a subir en la atmósfera, al contrario del GLP que es un gas más pesado. De este modo, si hay una fuga de gas, el GNC acabará por disiparse en la atmósfera, mientras que el GLP caería al suelo, creando una acumulación de gas en las partes bajas de la instalación.

2- Estudio del Autogás GLP

2.1- ¿Qué es el GLP?

El GLP (Gas Licuado del Petróleo) es una mezcla compuesta mayoritariamente de gas propano (C3H8) en torno a un 60% y de gas butano (C4H10) alrededor del 40%, que proviene como parte del proceso de refino del petróleo, mediante la destilación y condensación del petróleo crudo.

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Es un gas insípido e incoloro a temperatura y presión ambiente. Tiene un odorizante que le proporciona un olor característico, fuerte y desagradable. El GLP es un gas más pesado que el aire, por lo que si se originase una fuga tiende a descender hacia el suelo y acumularse en las zonas bajas.

Cuando el GLP se utiliza como carburante en la automoción está definido a nivel europeo por la Norma UNE EN 589, siendo conocido más usualmente con el nombre de AutoGas.

El autogás en su estado natural, como se ha dicho, es gaseoso a temperatura ambiente y presión atmosférica. Para obtenerlo en estado líquido, estado en el que suele suministrarse en las estaciones de servicio, al autogás es necesario someterlo a presión relativamente baja que oscila entre 4 y 8 atmósferas. Su densidad en estado líquido a 15 ºC es de 0,535 Kg/l. (ASTM D1657).

En las estaciones de servicio el autogás se dispone en depósitos de almacenamiento de acero destinado a contener el GLP en estado líquido bajo presión. Los depósitos pueden situarse aéreos o enterrados, en función del terreno disponible y las exigencias del cliente, guardando las preceptivas distancias de seguridad establecidas en la Reglamentación correspondiente.

Para proceder al llenado de un vehículo con el gas, el GLP es bombeado desde el depósito de almacenamiento en estado líquido, por medio del aparato surtidor hacia el depósito incorporado en el vehículo.

El procedimiento del suministro es muy similar al que se utiliza para repostar gasolina. A la válvula colocada en el lateral del vehículo se conecta el boquerel de la manguera del surtidor de GLP, por un sistema de acoplamiento rápido y totalmente estanco.

Ya en el interior del depósito del vehículo, el GLP en estado líquido sale del depósito y antes de llegar al motor pasa por un reductor-vaporizador, en el cual el GLP pasa del estado líquido al gaseoso, modo en el que se introduce a través de los inyectores en cada uno de los colectores de aspiración de los cilindros del motor para su combustión.

 

2.2- Ventajas del uso del GLP en automoción

En España, la Dirección General de Tráfico distingue con la Etiqueta Ambiental Eco a los vehículos que funcionan con autogás, debido a la reducción de emisiones que presenta frente a otros combustibles:

• Reducción de hasta un 14% de las emisiones de CO2 frente a la gasolina

• Reducción del 96% de las emisiones de NOx frente al diésel

• Reducción del 99% de emisión de partículas

• Reducción del 50% de los niveles de ruido.

El autogás se ha convertido en el carburante más económico del mercado, teniendo en cuenta el precio de este combustible y su consumo por el vehículo, el ahorro frente a carburantes tradicionales puede llegar a ser de hasta el 40%, dependiendo del tipo de vehículo.

Pero no sólo se ahorra a la hora de repostar, sino que el precio de un coche nuevo de autogás es similar a su homólogo en su versión diesel, es decir, que hoy por hoy es la opción más económica de entre los vehículos alternativos (ECO).

 

2.3- Prestaciones del autogás como combustible de vehículos

Los vehículos de autogás son vehículos bi-fuel, es decir, disponen de dos depósitos (gasolina y autogás) que se pueden utilizar indistintamente para su normal funcionamiento, sin alterar la conducción y proporcionando al automóvil de una mayor autonomía.

Con las pruebas realizadas en vehículos de autogás y de la experiencia de los propios conductores que ya conducen vehículos de autogás, se puede concluir que el sobrecosto que pueda suponer reformar un vehículo usado para adaptarlo al uso de autogás se compensa sobradamente con el menor coste de este combustible en comparación con los precios actuales de la gasolina y el diesel.

Además, después de haberse comprobado horas de servicio de vehículos adaptados al autogás, se tiene que aquellos vehículos que se mueven con gas duplican la duración del motor debido al menor desgaste que sufren los cilindros y segmentos del motor.

Esto se debe a que el autogás es más limpio que la gasolina y el gasoil, por lo que deja menos depósitos carbonosos en la combustión y permite que el aceite del motor se mantenga limpio durante más tiempo, y todo ello sin apenas penalizar las prestaciones del vehículo, dado que un motor empleando GLP logra entregar casi la misma potencia que usando gasolina.

Sin embargo, el gas no puede ofrecer una lubricación tan buena como la gasolina, por lo que puede generar un desgaste prematuro de ciertos elementos, sobre todo de las válvulas. Por eso se hace muy importante realizar un buen mantenimiento tanto del motor como del sistema GLP en los vehículos adaptados.

 

2.4- Principio de funcionamiento de vehículos usando autogás

En este apartado se explicará cómo funcionan los vehículos adaptados al uso de GLP o autogás. Es importante señalar que la transformación de vehículos al uso de GLP sólo es posible realizarlo en aquellos vehículos dotados de motor de encendido por chispa, es decir, vehículos de gasolina.

Los componentes necesarios para adaptar un vehículo al uso de GLP es adicional al equipamiento propio que trae de fábrica el vehículo, es decir, no lo sustituye, por lo que el vehículo se convierte en bi-fuel, como ya se ha comentado, permitiendo al conductor utilizar indistintamente tanto gasolina como autogás.

Kit de conversión a GLP para vehículos

Para el llenado del vehículo con autogás es necesario dotar al vehículo de una nueva boca de llenado adaptada a este tipo de combustible. Así, será necesario la instalación de una válvula en el lateral del vehículo, generalmente junto a la boca de llenado de la gasolina, que será la utilizada para el llenado con GLP o autogás.

El autogás es un combustible que se rellena en el vehículo en estado líquido y que se puede obtener en multitud de estaciones de servicio que ya venden este combustible. Para tal efecto, también se hace necesario la instalación de un nuevo depósito en el vehículo adaptado a almacenar GLP. Este depósito puede situarse en la zona de la rueda de repuesto para que no reste espacio en el maletero del vehículo.

Los depósitos más usuales que se instalan son los denominados tóricos, con una capacidad de carga media de hasta 57 litros de autogás, lo que le confiere una autonomía aproximada al vehículo alrededor de 540 km. (suponiendo un consumo medio de 9 l/100 km. y capacidad de llenado del depósito del 85 %). Otros tipos de depósitos, por ejemplo los depósitos cilíndricos, pueden ofrecer mayor capacidad de almacenamiento, llegando incluso hasta los 100 litros.

Desde el depósito de almacenamiento del vehículo, el autogás es conducido en estado líquido hasta un evaporador-regulador de presión, a instalar también en el vehículo. A la entrada del evaporador-regulador va instalada una válvula electromagnética de corte de GLP, que está conectada a un conmutador situado en el tablero de mandos del vehículo.

El GLP llega en fase líquida al evaporador-regulador, como se ha dicho, y a una presión aproximada de entre 3 y 5 kg/cm2. A la entrada del evaporador-regulador, el GLP es expandido con objeto de reducir su presión hasta unos 420 g/cm2, que hace que el GLP se vaporice y pase a fase gaseosa.

El evaporador-regulador es un dispositivo que dispone en su interior de una serie de compartimentos en los cuales se realizan distintas funciones que permiten regular, vaporizar y dosificar el autogás, para que pueda ser aspirado por el motor del vehículo.

En todo momento, el GLP permanece en estado gaseoso en el interior del evaporador-regulador, hecho que se consigue manteniendo caliente el interior de dicho componente. Para mantener siempre caliente al evaporador-regulador, se hace circular agua procedente del radiador por el interior del aparato.

El GLP o autogás va circulando por los sucesivos compartimentos del evaporador-regulador, y de aquí, a través de la unidad de mezcla que va instalada en el colector de admisión, al interior del motor.

La unidad de mezcla es un componente constituido principalmente por un difusor y un soporte de difusor, y cuya función principal es realizar la dosificación de la cantidad de gas y la cantidad de aire que se deben mezclar para una correcta combustión del motor. En los vehículos equipados con inyección, la unidad de mezcla se instala en el colector de admisión, antes de la válvula de mariposa.

Otro componente que será necesario instalar es el conmutador. El conmutador es un dispositivo eléctrico que se incorpora a la instalación para poder efectuar el cambio de combustible a consumir por el motor, es decir, que se permita pasar de usar gasolina a autogás, o a la inversa. El conmutador debe ser fijado al tablero de mandos de tal manera que sea visible y fácilmente manipulable desde el puesto del conductor del vehículo.

Se trata de un dispositivo que está diseñado para poder ofrecer un funcionamiento automático, es decir, que aunque esté en posición de GLP, el arranque el vehículo lo realizará siempre en modo gasolina, permitiendo el cambio a GLP de forma automática, cuando el motor alcance un número determinado de revoluciones.

El conmutador trabaja por impulsos del encendido, así que si el contacto de la llave está puesto y el motor parado, el conmutador hará que la electroválvula de gas permanezca cerrada.

Por último, el emulador de inyectores tiene la misión de cortar la corriente a los inyectores de gasolina cuando se funcione a gas, y mandar una señal emulada a la centralita de gasolina para que el sistema de distribución del vehículo siga funcionando correctamente, aunque el motor no funcione con gasolina sino con gas.

3- Procedimiento para la adaptación de vehículos al uso de autogás

3.1- Generalidades

Actualmente la normativa española permite la transformación de vehículos que son de gasolina a GLP siempre y cuando cumplan con la norma Euro3 o posterior, es decir, para el caso concreto de España se trataría de vehículos que hayan sido matriculados posteriores al año 2001. No obstante, es posible que ciertas marcas de vehículos matriculados desde al año 1995 hasta el 2001, ya cumplan también con la norma Euro3 y, por tanto, puedan ser adaptados para funcionar con autogás.

En la actualidad existen en el mercado kits completos de conversión a gas GLP preparados para su instalación inmediata en el vehículo. No obstante, esta instalación deberá realizarse siempre en taller autorizado para este tipo de reformas y por un profesional cualificado que llevará a cabo la adaptación según unos parámetros normalizados y reglamentados, de manera que no se interfiera en la seguridad de funcionamiento del vehículo.

 

3.2- Componentes principales de la instalación

Todo kit de conversión a gas GLP que se instale constará, al menos, de los siguientes componentes principales:

• Boca de llenado: para la recarga del autogás en el vehículo es necesario la instalación de una boca de carga o toma de llenado estandarizada según la reglamentación vigente, de manera que sea posible el acoplamiento estanco de la manguera de llenado en cualquier estación de servicio.

Componentes del sistema de conversión a GLP

La boca de llenado deberá estar dotada de válvula antirretorno como elemento de seguridad, de manera que permita el paso de gas hacia un solo sentido, hacia el depósito, en el momento de carga del combustible.

Normalmente la boca de llenado se situará en el lateral trasero del vehículo, bien en el propio hueco original junto a la boca de llenado de la gasolina oculta tras la tapa si hay espacio suficiente, o bien, directamente en otro hueco que se practique en el propio lateral del vehículo.

• Depósito de almacenamiento: adicional al depósito de gasolina es necesario la instalación de un depósito para contener el autogás en estado líquido a presión. La presiones de almacenamiento del autogás suelen rondar los 7 u 8 bares en el depósito. Para ello, este depósito suele estar fabricado en acero electrosoldado de alta resistencia y tratado térmicamente, para dotarlo de las características mecánicas que eviten posibles roturas también en caso de deformaciones por accidente.

Los depósitos de almacenamiento de GLP generalmente son de forma tórica, de manera que puedan encajar en el hueco de la rueda de repuesto, pero también pueden ser de forma cilíndrica e instalarse en el maletero del vehículo.

En el mercado existen multitud de modelos diferentes de depósitos de GLP de manera que se puedan adaptar a cualquier espacio de la rueda de repuesto según el modelo del vehículo.

El depósito de almacenamiento lleva una tapa que lo cierra herméticamente y que no puede ser manipulada. En caso de fuga, el GLP, al ser más pesado que el aire, cae al suelo para posteriormente diluirse en el aire rápidamente.

Los depósitos de almacenamiento suelen tener una capacidad mínima de al menos 66 litros si hay hueco para ello. La entrada al depósito dispone de varias medidas de seguridad adicionales como una válvula antirretorno, una válvula de salida hacia el motor o una válvula de exceso de llenado, que se abriría al superar la presión máxima permitida por el depósito.

La instalación de este nuevo depósito, adicional al depósito de gasolina, permite dotar al vehículo de una autonomía extra adicional.

Boca de llenado de GLP. Tipos de depósitos de GLP

• Multiválvula: es una válvula multifuncional instalada en la entrada del mismo depósito de autogás que permite y regula el proceso de carga del gas al depósito. Esta válvula también sirve para activar el bloqueo de seguridad cuando en el proceso de llenado se llega al 80% de capacidad del depósito, gracias a un sensor de medida del nivel de gas instalado en el depósito.

• Evaporador-regulador: es un dispositivo que dispone en su interior de una serie de compartimentos que permiten regular, vaporizar y dosificar el autogás, para que pueda ser aspirado por el motor del vehículo.

Este dispositivo convierte el autogás líquido procedente del depósito a estado gaseoso para pasar así a la alimentación del vehículo. Está dotado de una electroválvula de seguridad para el cierre del circuito en el instante de parada del motor.

Para mantener en estado gaseoso al autogás dentro del regulador es necesario mantener a cierta temperatura este dispositivo. Así, para mantener siempre caliente al evaporador-regulador, se hace circular agua procedente del radiador por el interior del aparato.

Mientras que este dispositivo no está caliente no puede vaporizar correctamente el autogás, y no se puede alimentar el motor con gas. De hecho, el motor siempre arranca y recorre unos metros en modo gasolina hasta que se calienta el agua del circuito de refrigeración y puede calentar el evaporador, momento a partir del cual se pasa automáticamente a funcionar a modo gas.

• Filtro de gas: elemento para garantizar siempre un flujo del gas sin impurezas ni residuos aceitosos. Como es un elemento que se ensucia, el filtro de gas necesita de un mantenimiento periódico, normalmente cada 30.000 km.

• Unidad de mezcla (Inyectores de GLP): es un componente constituido principalmente por un difusor y un soporte para el difusor, y cuya función principal es realizar la dosificación de la cantidad de gas y la cantidad de aire que se deben mezclar para una correcta combustión del motor. Controlado desde la centralita electrónica de inyección del sistema (ECU), inyecta la cantidad de gas correcta en cada uno de los cilindros para el perfecto funcionamiento del motor.

Los inyectores de GLP son los encargados de entregar el combustible al motor, por tanto, se instalan cerca del colector de admisión. Funcionan como una electroválvula que realizan pulsos muy rápidos.

El gas contenido en el raíl entra en la parte inferior del inyector y se introduce en el colector de aspiración cuando el obturador, movido por el electroimán, libera la sección de pasaje. La hermeticidad está garantizada por la parte final en goma del obturador que evita cualquier tipo de fuga. El diferencial de presión que actúa sobre el obturador permite que éste permanezca cerrado cuando la bobina no está excitada, impidiendo al gas descargarse en el colector de aspiración.

En los vehículos equipados con una alimentación por inyección, la unidad de mezcla se instala en el colector de admisión, antes de la válvula de mariposa.

Regulador de GLP. Conmutador GLP. Inyectores GLP

• Conmutador GLP / Gasolina: permite la conmutación en el funcionamiento del motor de modo Gasolina a GLP o a la inversa, y también nos muestra el nivel de GLP en el depósito. En condiciones normales, este proceso de cambio de consumo de combustible es totalmente automático, de manera que el conductor del vehículo no tiene que intervenir.

El conmutador deberá ser instalado en el tablero de mandos del vehículo de tal manera que sea visible y fácilmente manipulable desde el puesto del conductor del vehículo.

Se trata de un dispositivo que está diseñado para poder ofrecer un funcionamiento automático, es decir, que aunque esté en posición de GLP, el arranque el vehículo lo realizará siempre en modo gasolina, permitiendo el cambio a GLP de forma automática, cuando el motor alcance un número determinado de revoluciones y/o temperatura.

Instalación en vehículo del sistema de conversión a GLP

El conmutador trabaja por impulsos del encendido, así que si el contacto de la llave está puesto y el motor parado, el conmutador hará que la electroválvula de gas permanezca cerrada.

• Emulador de inyectores: tiene la misión de cortar la corriente a los inyectores de gasolina cuando se funcione a gas, y mandar una señal emulada a la centralita de gasolina para que el sistema de distribución del vehículo siga funcionando correctamente, aunque el motor no funcione con gasolina sino con gas.

• Centralita de control (ECU): esta centralita está interpuesta con la centralita del vehículo y gestiona la señal recibida por el sensor del kit de conversión a GLP para inyectar de forma correcta la cantidad de gas a la alimentación del motor.

• Conductos y accesorios: todo el sistema está conectado por un entramado de tuberías y mangueras de conexión, generalmente de cobre o PVC, por donde circula el gas desde el depósito de GLP hasta el motor, pasando por los distintos dispositivos que conforman el sistema.

Sensor de temperatura: el sensor de temperatura está instalado directamente sobre el evaporador-regulador, siendo del tipo resistivo de tres cables, del modelo "T termistor NTC". Este componente es importante dado que todas las estrategias de conmutación a gas del sistema se basan sobre la medida de temperatura del agua del circuito de refrigeración detectada por este sensor.

 

3.3- Amortización de la inversión para la adaptación a GLP

Casi todas las administraciones públicas que son competentes en la materia ofrecen subvenciones para la conversión de vehículos al uso de combustibles más ecológicos, como es el caso del GLP.

Además, es un hecho que se repetirá con más frecuencia en el futuro, donde cada vez más ciudades en el mundo impondrá restricciones a la circulación por las vías urbanas de aquellos vehículos que sean más contaminantes, especialmente los vehículos diesel.

Al ser el GLP una mezcla de gases más sencillos (de cadenas de carbono más cortas) que la gasolina, hace que se produzcan mucho menos CO2, NOx y otras partículas contaminantes durante la combustión que, a la larga, también son perjudiciales para el buen funcionamiento del motor y otros componentes. Es un hecho probado, que el uso de GLP como combustible alarga la durabilidad del motor y disminuye las posibles averías de funcionamiento.

Sin embargo, junto con la proliferación de las estaciones de servicio que ofrecen GLP, lo que está llevando a más conductores a plantearse la adaptación de su coche es la economía.

En efecto, aunque el GLP tiene algo menos de poder calorífico que la gasolina (por eso el motor consume entre un 10 y un 15% más), el litro de autogás puede costar casi la mitad, de manera que el ahorro real se sitúa alrededor del 40%.

El coste de la conversión a GLP varía en función del número de cilindros del motor, entre 2.200 y 2.550 euros, un precio en el que está incluido impuestos, la mano de obra y el kit homologado. Sin embargo, es un gasto que ya se habrá amortizado a los 30.000 km. de circular con el coche.

 

 


ANEXOS Y TABLAS


 

Anexo 1-  Reglamentos aplicables a vehículos adaptados

Reglamento nº 110 de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE). Disposiciones uniformes relativas a la homologación de:

I. Componentes específicos de vehículos de motor que utilizan gas natural comprimido (GNC) y/o gas natural licuado (GNL) en sus sistemas de propulsión.

II. Vehículos en relación con la instalación de componentes específicos de un tipo homologado para el uso de gas natural comprimido (GNC) y/o gas natural licuado (GNL) en sus sistemas de propulsión.


Anexo 2-  Ficha de datos de Seguridad y Tabla de Propiedades del Gas Licuado del Petróleo (GLP)

Ficha de datos de Seguridad y Propiedades del Gas Licuado del Petróleo (GLP)



 

 

>> FIN DEL TUTORIAL

 

 

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Información y consulta:

Hermenegildo Rodríguez Galbarro

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